"We wish you a Merry Christmas, we wish you a Merry Christmas, and a happy new year...", suena a través de los altavoces del centro comercial.
Ha llegado. La época en la que se sale a la calle con gorro y guantes, ha llegado. El turrón, los mazapanes y los polvorones comienzan a llenar los supermercados. En casa, el árbol de navidad ilumina el salón con sus pequeñas luces parpadeantes. Miro por la ventana, la nieve cubre los tejados y los muñecos de nieve campan a sus anchas por las calles.
Los niños salen a la calle. Corren. RÃen. Han acabado las clases y, al fin, son libres, al menos durante tres semanas.
Los catálogos de los centros comerciales se imprimen en edición exclusiva con todos los juguetes que los más pequeños anhelan. Y, mientras tanto, los buzones comienzan a llenarse de cartas y cartas dirigidas a los Reyes Magos, quienes tienen un arduo trabajo por delante.
SÃ, ha llegado esa época en la que los estudiantes y trabajadores vuelven del extranjero. Los aeropuertos están plagados de sonrisas y lágrimas ya que, por fin, después de tanta espera, las familias se reencuentran. La felicidad y la alegrÃa reinan en el ambiente.
Las chocolaterÃas también se llenan de gente. Hace frÃo, sÃ, pero volver a ver a amigos a los que hacÃa tiempo que no veÃas sienta bien. Estos lugares también se convierten en la definición más gráfica de la palabra "FELICIDAD".
Ir al centro de Madrid, en esta época, es MAGIA. Es ver a los niños reÃr, a los turistas admirar la decoración y a las parejas pasear de la mano. Es ir a ver Cortylandia rodeado de pequeñas caras ilusionadas. SÃ, la navidad también es ILUSIÓN. Es ver las luces surcando la calle Preciados y el mercadillo navideño de la Plaza Mayor.
Ha llegado la navidad, ha llegado la felicidad, la magia, la ilusión...
Nos vemos a la vuelta 😄
Ha llegado. La época en la que se sale a la calle con gorro y guantes, ha llegado. El turrón, los mazapanes y los polvorones comienzan a llenar los supermercados. En casa, el árbol de navidad ilumina el salón con sus pequeñas luces parpadeantes. Miro por la ventana, la nieve cubre los tejados y los muñecos de nieve campan a sus anchas por las calles.
Los niños salen a la calle. Corren. RÃen. Han acabado las clases y, al fin, son libres, al menos durante tres semanas.
Los catálogos de los centros comerciales se imprimen en edición exclusiva con todos los juguetes que los más pequeños anhelan. Y, mientras tanto, los buzones comienzan a llenarse de cartas y cartas dirigidas a los Reyes Magos, quienes tienen un arduo trabajo por delante.
SÃ, ha llegado esa época en la que los estudiantes y trabajadores vuelven del extranjero. Los aeropuertos están plagados de sonrisas y lágrimas ya que, por fin, después de tanta espera, las familias se reencuentran. La felicidad y la alegrÃa reinan en el ambiente.
Las chocolaterÃas también se llenan de gente. Hace frÃo, sÃ, pero volver a ver a amigos a los que hacÃa tiempo que no veÃas sienta bien. Estos lugares también se convierten en la definición más gráfica de la palabra "FELICIDAD".
Ir al centro de Madrid, en esta época, es MAGIA. Es ver a los niños reÃr, a los turistas admirar la decoración y a las parejas pasear de la mano. Es ir a ver Cortylandia rodeado de pequeñas caras ilusionadas. SÃ, la navidad también es ILUSIÓN. Es ver las luces surcando la calle Preciados y el mercadillo navideño de la Plaza Mayor.
Ha llegado la navidad, ha llegado la felicidad, la magia, la ilusión...
Nos vemos a la vuelta 😄
Puerta del Sol, Madrid. Fuente propia |
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